sábado, 22 de octubre de 2011

Hay una revolución en marcha

                         Ahora en Wall Street hay acampadas, también delante de la bolsa de Berlín, también en Roma, en Tokio… y en otras ciudades. En todo el mundo el pueblo se está rebelando contra la tiranía de la dictadura financiera y sus subordinados los oligarcas políticos.

      Nos quieren hacer creer que lo que ellos llaman "economía" es una férrea ley inevitable. Pero no es cierto, el llamado neoliberalismo es sólo una teoría más, entre otras, sobre la actividad económica y que ya ha sido refutada en su coherencia lógica interna y falsada en su aplicación empírica.

      La ofensiva de los poderes económicos especulativos, que en realidad no son los "mercados", sino personas con nombres propios como George Soros, no sólo es por la avidez de beneficios, sino que es su principal objetivo lograr que la realidad social se conforme a su artificial modelo de funcionamiento económico. Por eso todas estas medidas, por eso toda esta violencia contra el pueblo y su patrimonio.

      Porque el objetivo de los especuladores financieros es colonizar todo lo público, depredarlo, saquearlo y finalmente destruirlo, para formar un entorno donde no exista lo social ni lo común, donde individuos aislados compitan entre sí en conseguir explotar a otros, cada vez más concienzudamente, extrayendo ganancias a través del ajeno esfuerzo de trabajo y de sus necesidades, y así acumular el gélido beneficio egoísta siempre progresivamente cada vez más concentrado en menos manos. ¿Dónde quedará entonces la solidaridad entre nosotros, la redistribución de la riqueza, dónde la fraternidad?

      Privatizar lo público, lo común, es robarnos. Lo hemos pagado nosotros con nuestro esfuerzo fértil. No es del gobierno, es nuestro. Ellos que tanto defiende la propiedad privada, no parece que tengan el mismo respeto por lo que es nuestro.

      Y no meramente debemos hablar de "recortes": recortar la educación es cercenar el futuro, recortar la sanidad es perpetrar crímenes.
En educación sólo podrán acceder a una enseñanza de calidad los hijos de la minoritaria élite, el resto de jóvenes solo dispondrán de la masificación y la enseñanza del aborregamiento acrítico para embrutecerles.
Y en la sanidad se sucederán las víctimas por falta de los cuidados, necesarios, pero no rentables. Por muchos miles que sumen los muertos no lo leeremos en los periódicos.

      Esa es la única verdad que pretenden ocultar con sus mentiras tantísimas veces repetidas: tanto en los servidos como en las empresas públicas se socializan pérdidas y se privatizan beneficios a costa de los derechos, y en último término a costa de la vida, de cada uno de nosotros.

      Pero no hay tal cosa como una "esfera económica" aparte que deba dominar lo social. La actividad económica es una actividad social más y por tanto debe ser regulada socialmente, es decir democráticamente.

      Para impedir el agresivo expolio de lo común hemos de avanzar en la Democracia, hacerla Democracia Directa, avanzar en conseguir que las asambleas tengan poder de decisión política efectiva, así el Gobierno no podrá decretar la malversación de lo nuestro.


      Hemos de lograr que las asambleas proliferen, en los barrios, en los centros de trabajo, en las comisarías, en los partidos políticos, así se acabará con la oligocracia.

      Os aliento a que cada uno de vosotros sea promotor de asambleas allí donde trabaja, allí donde vive.

      Nuestro programa es la Democracia, la única, la verdadera, el gobierno del pueblo de verdad, la Democracia Directa del Pueblo soberano, como es recogido en la Constitución. Debemos llevar adelante la realización de la Democracia, no sólo en España, también en Europa. Debemos lograr que se realicen la Libertad, la Igualdad, la Fraternidad y la Justicia.
Ahora bien, la Libertad tendremos que conquistarla.
La Igualdad la obtendremos cuando nos reconozcamos diferentes pero iguales en dignidad.
La Fraternidad tenemos que ejercerla.
Y la Justicia regirá sobre los ahora poderosos cuando cercanamente el pueblo sea juez.

      La Historia no puede detenerse y ni volver atrás: hay una revolución mundial en marcha.

      El pueblo unido no puede ser vencido.

No hay comentarios: