Estrategia de la policía para acabar con la disidencia
El
semanario catalán Setmanari Directa destapa la peculiar hoja de ruta
del comisario de los Mossos d'Esquadra David Piqué, para acabar con los
manifestantes antisistema (también en el sur sufrimos algo de esto).
Este alto mando de la policía
autonómica se hizo famoso por su discurso encendido en el marco del Día
de las Escuadras de este año (jornada de celebración interna de los
mozos), y particularmente por la frase en que calificó de 'ratas' las
manifestantes de la pasada huelga general, garantizando que las
perseguirían y detendrían aunque se escondieran detrás de las sillas de
un aula universitaria.
Piqué, a lo largo de 37 páginas de su
proyecto final del máster en Políticas Públicas de Seguridad organizado
por la UOC-al que hemos tenido acceso-detalla cómo conseguir acabar con
las activistas antisistema y, incluso, apunta métodos claramente
ilegales.
En este sentido afirma que "quizás habría que
aprovechar para dejar que, durante el recorrido, se produzcan suficiente
actos vandálicos", en referencia a los disturbios de las
manifestaciones que luego los medios de comunicación utilizarían para el
fin de desprestigiar a los movimientos alternativos.
Esta estrategia, según fuentes jurídicas consultadas, supone un claro delito de prevaricación.
http://www.setmanaridirecta.info/noticia/directa-274-full-ruta-ocult-dun-comissari-dels-mossos-acabar-amb-els-antisistema
Ver documento en catalán: (Curiosamente, tras destaparse el documento,
en menos de 48 horas lo han "privatizado"). Ahora ya no se puede acceder
a él sin tener autorización...
http://www.recercat.net/bitstream/handle/2072/182630/La%2520S%25C3%25ADnrome%2520de%2520Sherwood_DAVID%2520PIQU%25C3%2589.pdf
EXTRACTOS (trad. google)
pág. 28-29
"Incluso si la concentración o manifestación, que es lo que estamos
hablando, no se prevé bastante violenta, se puede llegar a provocar un
poco, con detenciones poco justificadas y nada pacíficas unos días antes
para calentar el ambiente. También se pueden hacer "redadas"
preventivas a los lugares donde se encuentran habitualmente personas
cercanas a la ideología de los convocantes con la excusa de buscar
drogas o lo que sea necesario.
La ''redada'' estará especialmente mal hecha y con trato humillante para encender más los ánimos, si es necesario.
La consecuencia previsible de estos comportamientos previos y el diseño
del dispositivo policial, es que acabará con una "batalla campal".
Además de la estrategia previa, en cuanto algún grupo descontrolado
empieza las acciones violentas, las unidades de policía ni se mueven y
cuando la violencia empieza a ser generalizada, la actuación policial se
retrasa deliberadamente hasta que los daños producidos son socialmente
inaceptables. Es entonces cuando se producen las cargas policiales que
en ningún momento quieren ser disuasoria, no se disimula.
Se va
directamente contra los manifestantes, que ya son considerados
vándalos, y se les ataca con suficiente velocidad para que no dé tiempo a
la fuga y se provoque el enfrentamiento físico.
En este
estadio, los manifestantes atacan a la policía con todo lo que tienen y
que les ha dejado tener, realmente se están defendiendo, pero no lo
parece. Han sido acorralados. La violencia entre agentes y manifestantes
se desata, se personaliza y se descontrola.
Es lo que se
quiere. Comienzan a aparecer víctimas inocentes - daños colaterales se
dice ahora- Los que han rehuido el enfrentamiento, se encuentran con el
resto de unidades policiales que los cierran el paso y que no hacen
detenidos - prisioneros -, la dispersión no es voluntaria , es a golpe
de defensa (porra) y cualquier atisbo de resistencia es contestada con
contundencia exagerada y detenciones masivas.
En las batallas
de la antigüedad, era cuando se envía a la caballería a perseguir a los
que huían mientras la infantería extermina a los que se han rendido en
el campo de batalla.
Lamentablemente, esta táctica no es
exclusiva de regímenes totalitarios, también se da con demasiada
frecuencia en muchas democracias occidentales. Quizás puede ser debido a
dos factores: Una estrategia política que no considera otra opción que
no sea la visión del problema como un conflicto de orden público y el
otro, en la que se encarga el control de la calle y los manifestantes /
activistas a unidades policiales poco disciplinadas, vengativas y
provocadoras."
pág. 25-26
"Los grupos antisistema en
general, saben que, por diferentes motivos, sus acciones tienen más
repercusión social y mediática si se desarrollan en ciertos espacios.
Por contra, estos espacios - los más abiertos - son los más
desfavorables (para los antisistema) desde el punto de vista de táctica
policial. Nos referimos a l'Eixample, parte de Sants o cualquier terreno
abierto que permita una rápida movilidad de los efectivos policiales.
En la teoría militar clásica, sería la capacidad de movilizar por los
flancos la caballería o unidades de infantería ligera.
Como
decíamos antes, Sun Tzu era partidario de ganar sin combatir y eso se
podía conseguir mediante diversas estrategias y la que siempre ha tenido
más éxito, ha sido la de, "quién rodea al enemigo, vence". [...] Los
casos más estudiados son los de la batalla de Cannas donde Anibal
derrota al ejército romano dirigido por Cayo Teracio Varrón y el de la
batalla de Alesia donde Julio César venció a los galos definitivamente e
hizo prisionero a Vercingetórix[...]
Volviendo a la táctica
policial del primer terreno - abierto - y con fuerza policial
suficiente. En este caso, no se quiere reprimir los disturbios ni
detener a los infractores, sencillamente se evita. Eso se consigue
limitando extraordinariamente la capacidad de movimiento de los
manifestantes rodeándolos totalmente.
Eso se realiza en el
momento de la concentración que, como se sabe dónde se realizará, ha
permitido hacer un filtro de malla fina en los puntos de paso obligado
por el punto de encuentro. El objetivo del filtro es el mismo que en el
modelo Klausewitz, requisar objetos peligrosos de cualquier tipo -
porque después habrá contacto físico - y evitar el anonimato. A partir
de ese momento, los concentrados ya saben que la manifestación irá por
donde la policía quiera y durará hasta que los manifestantes decidan
dispersarse. Esta dispersión se hace lentamente, dejando salir a las
personas poco a poco y en grupos muy pequeños para evitar el
reagrupamiento fuera del círculo.
En estas situaciones el
sentimiento de frustración e impotencia de los manifestantes es muy alto
y a menudo generan reacciones violentas de algunos individuos cuando
son conscientes que han perdido toda capacidad de iniciativa. Estos
momentos son delicados y es necesario que los agentes de primera línea
eviten las provocaciones individuales o los intentos colectivos de
romper el círculo.
Pensemos que los policías están a menos de
un metro de los rodeados. El objetivo no es hacer detenciones, solo
inmovilizar. La sensación de derrota entre los manifestantes, es muy
alta y moral queda muy "tocada". No ha habido heridos - no tienen
mártires - ni tampoco detenidos - héroes -. Incluso han intentado, sin
éxito, denunciar a la policía por detención ilegal o violar el derecho
de circulación. Si se planifica correctamente, la fiscalía ha de estar
avisada de la aplicación de esta táctica para evitar estas denuncias. Si
sale bien, se ha vencido sin luchar."
pág. 32
"Las
unidades policiales especializadas en órden público comienzan a ser
menos permisivas con las manifestaciones y concentraciones, que
seguramente se producirán mientras dura el debate político. De todas
formas, si el número de manifestantes fuera excesivo, quizás se podría
aprovechar para dejar que durante el recorrido, se produzcan suficientes
actos vandálicos como para intensificar el debate sobre el
comportamiento antisocial del movimiento antisistema y permitir que la
opinión pública vincule estos colectivos al fenómeno okupa."
pág. 34
"Se deberá procurar la detención selectiva de los líderes para
imputarles delitos comunes y evitar la condición de "martir". A más
protestas, más detenciones, hasta acabar con el poco soporte del que
dispongan, sobre todo si comprueban los "privilegios" que se pueden
conseguir con una adecuada integración en el sistema, sin renunciar a
algunos de los postulados que los inspiran."
1 comentario:
La repugnancia, de tan seguida, ya nos impide comer: es su estrategia: nos están acostumbrando al hambre.
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