La
mejora en las condiciones de empleo y la fase de crecimiento económico de los
trabajadores entre los años cincuenta y setenta proporcionó un incremento
continuo en su posición en el reparto de la renta.
La calidad de vida entre la población crecía,
y el dinero corría en muchas manos, siendo más equitativo y justo el reparto de
las riquezas.
Detrás de esta situación había causas políticas como la fortaleza de los partidos de izquierdas y la expansión de movimientos ecológicos, de derechos civiles, sindicalistas y feministas. Entidades de este orden estaban cobrando una gran fuerza y empezaban a convertirse en una amenaza para los poderes vigentes que temían una aspiración de estas nuevas potencias a establecer un nuevo orden social y económico.
Detrás de esta situación había causas políticas como la fortaleza de los partidos de izquierdas y la expansión de movimientos ecológicos, de derechos civiles, sindicalistas y feministas. Entidades de este orden estaban cobrando una gran fuerza y empezaban a convertirse en una amenaza para los poderes vigentes que temían una aspiración de estas nuevas potencias a establecer un nuevo orden social y económico.
Obviamente
hubo una respuesta política contundente para frenar este crecimiento social de
mano de la denominada ``revolución conservadora neoliberal´´ representadas por
Reagan y Margaret Thatcher, impulsando no solo una contraposición de esta
economía que resurgía ante el liberalismo, sino también una rebelión en la
forma de pensar de los propios ciudadanos, porque claramente queda demostrado
que las cosas funcionan cuando la sociedad lo permite.
Estas
reacciones se materializaron en las siguientes medidas políticas. En primer
lugar hubo una restructuración en la utilización de recursos como el trabajo,
el cuál empezó a tener menos demanda y a abaratarse (disminución de los puestos
de trabajo y de los sueldos).
En
segundo lugar, hubo una lucha contra la inflación, o al menos eso dijeron ellos
porque su lógica es algo ilógica. Las medidas para combatirla fueron contra
``los enemigos de la estabilidad económica´´, también conocidos como el aumento
de los salarios de los trabajadores y la excesiva circulación de dinero. Se
llevaron a cabo medidas para contrarrestar a ``estos asaltadores del bien estar
económico´´ con políticas de altos tipos de interés(los cuales beneficiaban a
los poseedores del dinero, es decir a las grandes entidades económicas) y de
recortes salariales (que beneficia otra vez a los mismos), con el objetivo de
que los precios de los productos no se dispararan, pero claro esta ley de la
oferta y la demanda solo es compatible con un mercado de capitalismo ideal, en
el que no existan monopolios y
oligopolios encargados de producir y poner precios elevados saltándose la ley
de regulación natural del valor de los productos según su escasez o su abundancia.
Por supuesto, estas estructuras monopolizadoras de un producto rentable con el
que jugaban sin adversarios existían y existe.
Para
resumir junto con lo que hemos dicho de estas reacciones contra el panorama,
finalmente se puso en marcha una estrategia orientada a introducir nuevos
valores sociales que fomentaran el individualismo y la fragmentación social, que junto al paro,
las deudas, como resultado de la disminución de ingresos y el incremento de la diferencia económica, facilitó la
competitividad entre unos y otros y la consolidación del auge del capitalismo
que inunda nuestros días, no solo en economía, si no en el órgano más
importante de una organización social, la forma de ser y de pensar de la
población.
El
tener más, el ser mejor que los otros, el reconocimiento de poder ante los
demás aunque sea con miedo, el consumo, la descomposición del ser en vivir para
su beneficio y aislarse de las relaciones sociales con la gente, la descohesión
entre el grupo, unido solo en ilusiones fantasmales como el que dirán y la
reputación social... A fin de cuentas esta es la crisis existencial del
solitario e incomprendido hombre del siglo XXI, potenciado desde la década de
los años setenta junto al fuerte impacto de la historia del siglo XX( las
guerras mundiales, la consolidación de las teorías evolutivas y entre otras la
muerte de Dios que a fin de cuentas, es la muerte de ese ser humano que
confiaba a su razón todo el conocimiento…)
Esta
forma de ser y de actuar y la desigualdad y el desempleo que provocaron las
medidas económicas, impusieron la actual desigualdad en la distribución de las
rentas.
Esta
polaridad de las rentas hizo que se devaluara el negocio de lo que llamamos
economía productiva o economía real. Las entidades financieras que posen las
grandes rentas ya no podían ponerse a dar créditos reales a la población, dado
que su poder económico era débil, y su capacidad de devolución del propio
dinero que se les prestaba corría el riesgo de no ser devuelto. Ante este
problema llega ``la solución mágica del neoliberalismo´´, ``la panacea´´, la
economía especulativa y ficticia, en otras palabras, la el brebaje que enveneno
a occidente y lo llevó a su actual situación.
Aunque el banco de un vale en vez de dinero,
aquel que lo recibe lo devuelve en metálico mas intereses, pero si hay más valor
ficticio que dinero real circulando en el sector oficial( sin contar con los
paraísos fiscales, que son unos bonitos lugares donde se deposita más dinero
que el que está activo en la economía. Por
supuesto este dinero no puede tocarse, algo sencillamente maravilloso, está
como en otra galaxia a la que solo su dueño puede viajar), sencillamente este
fantasma ficticio financiero que se han montado depende y se sustenta en el
dinero real, en la economía productiva, y es un veneno sí crece desorbitadamente ante el dinero
material, es algo así como que la vida de un elefante africano dependa de que
una persona lo sostenga entre sus manos para evitar que caiga al abismo.
Este es el verdadero trasfondo de la crisis y
de la deuda y explica porque se han
disparado tantas crisis desde 1970 hasta nuestros días, tengo algunos datos que
lo corroboran.
Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta
los setenta apenas se han señalado cuatro o cinco crisis financieras, desde
entonces, nos encontramos con 117 crisis bancarias en 93 países y 113 episodios de estrés financiero en 17 países.
Esta evolución contra la que durante tanto
tiempo no se ha hecho nada viene dada como bien comentamos por la economía, por
la mentalidad, y por la diferencia de rentas, que ha colocado los medios de
información y difusión e incluso la
educación, en manos de los grandes empresarios mundiales…
Esta
es la realidad de nuestras vidas, de nuestros días y de nuestro siglo. Si en algo se equivocaba el
elogiado Hegel y todos los que siguieron su esquema era ya en el principio de
su planteamiento. La historia no siempre evoluciona a mejor, o eso parece.
Escrito por Carlos Barroso
Escrito por Carlos Barroso