sábado, 27 de agosto de 2011

La gran estafa

La gran estafa
(¡De verdad que no fue adrede!...
¡Creedme!)


Paso 1.
Los sabios impostores paniaguados aventan la promesa del crecimiento continuado sin fin: ¡Todos capitalistas con chalecito en la playa y para desayunar cada día caviar con carajillo! ¡Tomad créditos para realizar ahora los caprichos que os hemos insuflado!
Hasta los ositos de peluche tiran de tarjeta de crédito.
Los bancos ganan.

Paso 2.
Los bancos se ceban con los intereses y sobre todo creando dinero: por cada unidad de crédito crean cien unidades de dinero.
Los bancos siguen ganando.

Paso 3.
Por una parte no se pueden devolver los créditos pero lo más grave es que no se puede socialmente respaldar con bienes y trabajo toda la enorme masa de dinero creado. Los bancos se quedan con las viviendas. Los Estados se ven obligados a inyectar capital en los bancos para que todo el sistema financiero no se hunda. Es el dinero de los impuestos de quienes trabajan.
Los bancos ganan más (y ponen sus divisas a buen recaudo en los paraísos fiscales ¡Qué no se pierda ni un céntimo! ¡Por las criadillas de Cristo!)

Paso 4.
El flujo de créditos que estimulaba artificialmente la economía cesa de repente y sobreviene una crisis con disminución del consumo y la producción, y, por consiguiente, pérdida de empleo masiva.
Los bancos, por supuesto, siguen ganando.

Paso 5.
Para remontar la crisis Los gobiernos ya endeudados por rescatar los bancos recortan los derechos sociales. Los sindicatos respaldan las medidas: "todos debemos empujar hacia el mismo lado".
Ya no sorprende que los bancos continúen ganando.

Justicia poética:

conocemos a los culpables y los recompensamos,
conocemos a las víctimas y las exprimimos.

¿Cómo se llama la película?:
"Cornudo consentido, apaleado y todos contentos"

¡Cuidado, que con las puntas araño el techo!

No hay comentarios: